Sensores fotoeléctricos de posición: principio de funcionamiento y aplicación
Los sensores, en los sistemas de control automático, son elementos o dispositivos sensibles que perciben el valor del parámetro observado del objeto y le dan una señal a un dispositivo para comparar este valor con un valor dado, hasta que se genera una señal de diferencia o discrepancia, la cual, a través de otros dispositivos, afecta al objeto gestionado.
El campo de aplicación de los sensores fotoeléctricos de posición cubre un amplio espectro industrial. Sensores de este tipo ayudan a resolver problemas relacionados con el control de procesos productivos tecnológicos, donde es necesario detectar, posicionar o simplemente contar determinados objetos.
Debido a su versatilidad, los sensores fotoeléctricos son hoy en día los más utilizados donde se requiere automatización industrial. Se distinguen por la capacidad de realizar mediciones y conteo de objetos sin contacto y mostrar la información relevante en forma de una señal digital que es fácil de percibir y procesar. cualquier controlador moderno.
Las salidas digitales suelen contener transistores PNP o NPN o simplemente relés. La fuente de alimentación se lleva a cabo con un voltaje constante (o de red) de 10 voltios dentro de 240 voltios.
Principio de interrupción del haz
Dos cajas, transmisor y receptor, forman un dispositivo. Se instalan en lados opuestos del lugar por donde se espera que pase el objeto. El receptor está fijado estáticamente al emisor, de modo que el haz no reflejado del emisor siempre incide en el detector del receptor.
El rango de trabajo (el tamaño del objeto fijo) es prácticamente ilimitado, y los objetos definidos pueden ser tanto transparentes como opacos.
Si el objeto es opaco, el haz simplemente se superpone y queda bloqueado por el objeto. Si el objeto es transparente, el haz se desvía o difunde para que el receptor no lo vea hasta que el objeto abandone el lugar de su detección. Esto garantiza una alta fiabilidad y precisión del sensor fotoeléctrico basado en el principio de interrupción del haz. Estos sensores pueden operar a distancias entre el emisor y el receptor desde unos pocos centímetros hasta decenas de metros.
El principio de reflexión del haz desde el reflector.
El sensor consta de dos partes: un emisor y un reflector. El receptor y el transmisor están ubicados en la misma carcasa, que está fija en un lado del lugar investigado, y en el otro lado está montado un reflector (reflector). Los diferentes reflectores permiten utilizar este tipo de sensor a diferentes distancias y, en ocasiones, se puede ajustar la sensibilidad del receptor.
Estos sensores también son adecuados para detectar vidrio y otras superficies altamente reflectantes.Como en el caso de los sensores de interrupción de haz, los sensores basados en reflectores le permiten medir las dimensiones generales de los objetos o simplemente leerlos.
Como el caso aquí es uno, el dispositivo generalmente requiere menos espacio de instalación, a veces esto es una ventaja importante, especialmente para los sistemas de automatización que requieren compacidad. Estos sensores pueden funcionar a distancias del cuerpo al reflector desde unos pocos centímetros hasta unos pocos metros.
El principio de reflexión de un rayo de un objeto.
Todo el dispositivo es una sola carcasa que contiene un emisor y un receptor capaces de responder incluso al haz perdido reflejado por un objeto. Los modelos de sensores de este tipo son en su mayoría económicos, ocupan el mínimo espacio para su instalación y no necesitan reflector.
Basta con fijar estáticamente el sensor no lejos del área investigada y ajustar su sensibilidad según el tipo de superficie del objeto detectado. Los sensores de este tipo son adecuados para trabajar a distancias cortas de los objetos a examinar, del orden de varias decenas de centímetros, por ejemplo, con productos que se mueven sobre una cinta transportadora.